Y si, hay que ser yegua

No es una conclusión nueva ni propia, no estoy diciendo nada que no hayan dicho miles de personas en ocasiones anteriores pero a medida que vivo y miro a mi alrededor más convencida estoy de esto.
A lo largo de mi vida intenté ser buena, comprensiva, tolerante, hasta diría que tranquila (cosa que me cuesta bastante) al momento de estar con alguien y mientras ejercitaba estas pseudo virtudes creia que era lo mejor pero cuando el tiempo pasaba y miraba para atrás me daba cuenta de que había sido una soberana idiota y que a la larga las yeguas obtenían cosas que una, que se esforzaba por eludir la tentación de ejercer el papel de jodida, no lograba ni con la amenaza de la hojita de afeitar en la mano.
Pero con los años se aprende la lección, por eso al que venga que se le arruguen los pantalones antes de empezar porque el umbral de tolerancia se ha visto reducido considerablemente en tamaño y consistencia.
¿Estás conmigo? estás conmigo por lo tanto vas apagando el celular en cuanto trasponés la puerta de mi casa y como mucho lo chequearás una vez y a la noche, bien pero bien tarde cosa que no me sometas a la tortura de estar escuchando todo el dia el "turín, turín" de los espasmódicos sms durante la jornada compartida.
Algunos pensarán ¿y si es una emergencia? bueno, joderse mi vida! porque hasta ahora todo lo demás lo ha sido y ha requerido de la atención ajena menos yo y eso llega un momento que agota.
Todas tus ex serán eso: EX, con lo cual ocuparán el lugar que debe ocupar una persona que se ha retirado de tu vida, esto quiere decir que quedarán en el pasado y si merodearan tu presente por algún motivo, razón o circunstancia que se atengan a las letales consecuencias de sus actos y el cuento de que mantenés una buena amistad con ellas vas y se lo contás a Flavia Palmiero, Caramelito o Xuxa, capaz que tenés suerte y te contratan para sus programas en la tele.
¿Armaste un programa con tus amistades el mismo dia que íbamos a salir? ah criaturita de Dios, que rija la ley del que llegó primero y si esa fuí yo entonces vas desarmando el otro plan y a llorar a la iglesia, la sinagoga o la mezquita, me da igual.
Es cierto que todo esto puede espantar a cualquiera pero hay que correr el riesgo para no tener que lamentarse después y sentirse una estúpida por haber tratado de obtener la cucarda de buena mina porque la postura de yegua no siempre es divertida pero a veces ayuda a marcar territorio y a protegernos.