29 de enero de 2012

De corales, cascabeles y mambas negras.

Siempre dije que cada tanto mudaba la piel como las serpientes (bichos por los cuales siento una profunda atracción y me parecen bellísimos) pero lo decía simplemente porque me sentía identificada con ese proceso de dejar atrás lo que nos protege del mundo y volver a empezar con la piel nueva y limpita.
Una vez comenté esto en terapia y mi terapeuta me dijo que ahora comprendía por qué ponía ese ejemplo para hablar de mis cambios internos porque en verdad estaba planteando un movimiento muy fuerte a partir de una imagen que se adivinaba dolorosa.
Recién, y para no hablar burradas, busqué en la red de redes el proceso al que se sometían los ofidios en esta etapa de su existencia y entre tantas cosas encontré ésto:
"En estado de muda, a las serpientes no les gusta que las manipulen. Aumentan su temperamento porque se sienten vulnerables; situación por la cual no debemos tocarla o evitar en lo posible hacerlo. Después de realizar la muda, la serpiente volverá a su comportamiento habitual."
Asombrada al leerlo comprendí que ahora más que nunca debo reafirmar mi loca idea de parecerme a ellas.
Hace tres días que doy vueltas como una noria pensando en sentarme a escribir lo que siento para sacarlo a la luz y siempre encontraba una excusa para hacerlo en otra ocasión sabiendo perfectamente que hay momentos en los que la única manera que tengo de calmarme es escribiendo.
Algo poderoso se está gestando dentro de mí porque he pasado por determinadas situaciones y me he visto reaccionando como nunca antes lo había hecho.
Tuve peleas, roces, encontronazos con gente cercana y querida y contrariamente a lo que me pasaba antes no sentí la más mínima culpa ni remordimiento. No me puse a pensar en la manera de solucionar nada, me quedé en el molde quietita y con un único pensamiento: "Esto también pasará y no será porque yo lo modifique".
Seguramente suene a exceso de orgullo y soberbia pero lejos estuve de plantearme las cosas desde ese lugar.
Pero como no todo lo que reluce fue lustrado con Blem, también aumenté mi nivel de intolerancia (me animaría a decir que se me terminó la paciencia en serio), mi irascibilidad, mi ira (que ha llegado a niveles preocupantes), mi necesidad extrema de aislarme del Universo y mis lágrimas.
Este último fenómeno es el que más me preocupa no sólo porque siempre fuí una persona que ha llorado mucho sino porque ahora al llanto se le suma una sensación de ahogo tremendo (sentimiento comunmente llamado angustia) y viene en cualquier formato, esto quiere decir que lloro tanto por cosas importantes como por pavadas.
Si veo algo romántico lloro, si se trata de alguna situación de crueldad o desamparo animal o con niños pequeños también lloro, lloro por el ayer, por hoy, por mañana y por si acaso.
A pesar de todo esto y aunque suene contradictorio, siento que estoy adquiriendo una seguridad que antes no tenía, como si hubiera comprado aplomo y madurez en alguna góndola perdida en el medio de un mercado artesanal de virtudes.
Durante mi adolescencia escuchaba una y mil veces una canción que decía algo más o menos así: "Otra vez cambio de casa de nuevo, cambiaron mis cosas. Otra vez cambio de luna y de barrio. Como cambia el horizonte el tiempo y el modo de mirarlo, abandono y pido excusas porque aquí no encuentro a nadie como yo" y hoy es el fiel reflejo de lo que siento.
Por las dudas, y hasta que esto termine, trato de mantenerme enroscada en mi palito para que nadie me pise por error y me vea obligada a clavarle los colmillos hasta el fondo.

4 comentarios:

GABU dijo...

Pavada de óptica la tuya sobre vos misma,eh?!

P.D.:No sabía cómo se sentían las serpientes en su muda de piel y me resultó interesante,por otro lado esa sensación angustiante que se suma al llanto,no va como queriendo acercarse a los síntomas de un ataque de pánico,no?? ://

BESOS reTORCIDOS =_=

Unknown dijo...

Gabu: Ah yo soy así de complaciente y benévola conmigo misma :P. Te aseguro que si hay alguien que está a años luz de un ataque de pánico, esa persona soy yo. Para mí la angustia es el llorar compungido y ese es el modelito de llanto que luzco últimamente.

rastelman dijo...

hay muchas frases donde se usa lo de "ponerse en la piel del otro" "cuestion de piel" "color de piel" "perfume de piel" y muchas otras que musicos y poetas han usado por siempre pero si hay algo que duele debe ser ese cambio tan RADICAL y definitivo.... hasta que llega el próximo cambio no?!

Unknown dijo...

Rastelman: Duele mucho pero al ver lo que queda atrás algo de ese dolor calma y cuando viene el próximo hay que respirar hondo y nada más.