8 de agosto de 2010

Seré recuerdo

Siempre aspiré a dejar huella y tal vez por perseguir eso perdí la oportunidad de ser EL AMOR en la vida de alguien.
Hace muchos años atrás tuve un amor de esos que nacen de una gran amistad y con el paso del tiempo y lo cotidiano se transforman hasta convertirse en leyenda por varios motivos, entre ellos porque no se concretan, no se cuentan ni se comparten con el sujeto amado.
Era mi gran amigo, mi hermano elegido, ese que algún día me entregaría en el altar al buen hombre que quisiera llevarme consigo, el que se apoyaba en mi hombro para soltar sus penas de amor, el hijo varón que mi madre no había tenido y en función de esa realidad compartíamos todo, estábamos juntos casi las veinticuatro horas del día porque además trabajábamos en la misma empresa.
Pero un buen día (aún hoy no recuerdo cuál), él fue todo eso y más porque me enamoré. Pasé de verlo como uno del montón a encontrarlo hermoso, inteligente, gracioso, casi casi divino y perdí como en la guerra porque para él yo seguía siendo su amiga, su hermana, la que tenía amigas que estaban buenísimas (y a las que él no les perdonaba la vida ni muerto) y se las apretaba una por una sin compasión de mí, que para esa altura ya estaba hasta las manos y sufría como loca cuando me lo contaban.
Una noche de luna llena hubo un paseo en su coche, se produjo una situación confusa que nunca llegué a comprender (ni me quiso explicar) y desde ese día no nos vimos nunca más.
Cada uno siguió su camino, él se casó, tuvo hijos y se fué a vivir a otro país.
Pasaron muchos años de silencio hasta que un día me animé a mandarle un mail para su cumple, de ahí en más cada tanto nos escribimos pero hace dieciseis que no nos vemos.
La semana pasada le mandé un correo muy breve con algo para que leyera y en su respuesta incluyó la siguiente frase: "Conociéndote como te conozco......" y al leerla me quedé quietita y sin respirar durante un par de segundos.
Sentí que a mi alrededor sólo había silencio y que debía aprovecharlo para releer esa frase muchas veces más, cosa que hice hasta comprender exactamente lo que me pasaba.
Esas palabras me habían dado la pauta de que él no me había olvidado, que algo de todo lo que vivimos había quedado dentro suyo, que mi paso por su vida había dejado huella tal y como siempre quise que sucediera.
Comprendí que, de una manera u otra, yo también me había convertido en una especie de leyenda para él y que si un día le preguntaran por mí respondería con una sonrisa de costado, como diciendo: "Uy, tengo tantas cosas para contarte!" y soltaría un rosario de anécdotas geniales.
En ese preciso instante decidí dejar que la magia continuara suspendida en el aire así que cerré el correo, apagué la máquina y me quedé pensando que nunca sería su amor pero si uno de sus mejores e imborrables recuerdos.

10 comentarios:

Alex dijo...

Tendemos a mitificar ciertos recuerdos, en algunos caso con justa razón. ¿Quién no quiere dejar una huella imborrable en alguien?
Supongo que seguirás creyendo en la magia de ser el amor de alguien y de que alguien sea tu amor y crear la propia leyenda, no?

Unknown dijo...

Alex: Ummmmmmmmmm, cómo me complicaste con esa pregunta! Mi razón dice que no, mi cuore dice que sí y ahí van los dos por la vida tratando de llegar a un acuerdo.

zorgin dijo...

dos, uno bueno y otro a su eleccion,
.hace unos postos Ud comentó que estaba con ganas o lista para...
ergo, yo creo que Ud misma "sabe" que hay más, mucho más por delante, so...
.si él la "conociera como la conoce", las cosas no se hubieran dado, en aquel momento, de la manera que se dieron o si se dieron fue porque él sabía que estaba pasando...
las leyendas son solo eso, hay buenas y malas.

Unknown dijo...

Zorgin: Arreglamos en "intuyo"? prefiero intuir a saber, al menos en este rubro.
Respecto a que él sabía si, claro que sabía porque a mí se me notaba de acá a Katmandú. Mire, cuando estoy enamorada soy una hoja de papel de calcar y no era complicado adivinar lo que me pasaba. Tal vez él no lo compartía (muchos decían que sí), tal vez tuvo miedo o no era el momento... no lo supe ni sé si lo sabré pero como creo que todo se da cuándo y cómo debe darse, aquí estoy escribiendo todo esto.
Y algo más antes de terminar: ambas fueron buenas ;)

Tuky dijo...

¿Viste cuando un río se cruza con otro río y las aguas se mezclan y después se dividen nuevamente? creo que la amistad es algo como eso.
En el momento oportuno (ni antes, ni después) las aguas que antes se mezclaron se dividen, pero siempre siempre parte del otro río quedará en el propio.
Negar que el encuentro con cualquier otra alma no deja algún tipo huella en la propia, para mi, es como no ver la belleza de un encuentro… aunque dure días, meses, años o solo lo que dura un café.

Brindo por las buenas mezclas

besos de agua

Alex dijo...

ponete fichas y ponele fichas, aparece cuando dejás que suceda

Chiru dijo...

pavada de oración final!
es lo mejor que uno puede dejar en otro: buenos e imborrables recuerdos
chin chin por eso

Unknown dijo...

Alex: Ta bien, me dejo ;)

Tuky y Chiru: Brindemos!

Juanjo dijo...

Jo, es dulce, pero hay una pizca de tristeza en ser un recuerdo, aunque... quizás en el fondo sí fuiste, o eres, también para él, el amor que nunca se atrevió a confesar. Un beso, encantado de leerte.

Unknown dijo...

Juanjo: En su momento muchas personas que nos conocían me decían justamente eso, que a él le pasaba lo mismo que a mí (parece la letra del bolero) pero nunca lo pude confirmar.
Y sí, siempre queda un pequeño dejo de tristeza en las sinfonías inconclusas.
Gracias por venir! Otro beso para vos.