23 de julio de 2010

Facebooktera



Antes de sumarme a cada una de estas redes sociales protestè, me rebelè y me neguè a ser una màs pero con el paso del tiempo fuì cambiando de idea y abrì cuentas en ambos lados.
Al principio no le encontraba sentido a Facebook hasta que me amiguè lentamente y hoy me divierte (no me mata, me divierte) entrar y formar parte "de".
Con Twitter tuve màs reparos porque no le encontraba la vuelta ni la gracia, era como estar siempre con la ñata contra el vidrio sin saber bien de què iba la cosa pero, como pasa casi siempre con todo, ahora me encuentro màs còmoda y de a poco me animo y me integro al twitteo general.
Lo que no deja de asombrarme es la potencia que tienen ambas cosas, la velocidad con la que nos acerca y aleja de la realidad, la masividad absoluta en la que todo se ve inmerso y la inmediatez en la que nos sumerge a los que estamos dentro de ese micromundo social.

5 comentarios:

zorgin dijo...

el caralibro, tiene algo de la pizarra en la cantina y su sistema de interconectarse acorde a los tiempos de cada uno, tal vez por eso maomeno me va, ahora el otro me resulta un chat, no lo "asimilo", nunca fui muy de chats, pero bueno, ahí está, veremos con el tiempo que pasa o que no pasa.

Chiru dijo...

sonamos
otra blogger que será abducida?

Unknown dijo...

Zorgin: Me costò enganchar la onda twittera pero al menos por ahora, no lo he visto como chat. El dìa que pase eso cierro la cuenta y au revoir!. Ahora eso sì, la cantidad (y la velocidad) de informaciòn al instante que circula por allì es asombrosa.

Chiru: No, no, no! En el caso de que se produjera la abducciòn mencionada libero de culpa y cargo a F y a T. Que quede debida constancia ;)

Chiru dijo...

no sé no sé
eso dijeron otros... vamuavé ;)

Unknown dijo...

Chiru: Que no, mujer, que no! A punto tal que cada dìa tengo màs blogs abiertos y resisto ;)