24 de octubre de 2009

Brownies para no perderse

Te consta que estaba metida en la cama y muerta de frio pero luego de hablar con vos pensé que era mucho mejor ponerme en movimiento.
Bajé hasta la cocina, busqué en la alacena algunas cosas y me dispuse a preparar brownies. Se de memoria que el chocolate a veces te cae mal pero recordé que una vez mis sobrinas te dijeron que los brownies que yo preparaba eran únicos asi que decreté que podría ser un buen fin de semana para que los probaras.
Cocinar para mí siempre ha sido mágico y esta vez no fué la excepción por eso mientras mezclaba el chocolate derretido con las porciones correspondientes de harina y azúcar recordé tus palabras y sentí que podía darte un par de ideas para cuando sientas que tu alma se pierde sin tu consentimiento.
Cuando te pase eso recordá un Noviembre de sol en Mar Azul, un Sábado de Enero interminable en Temaikén con Tommy y el mono terrorista, los cucuruchos que compramos en la heladeria y terminamos tomando de madrugada en aquella plaza, los sandwiches de verano con rodajas de naranjas frescas y jugosas, los capotes en invierno, tu sonrisa y la timidez del vikingo esperándome en la terminal de bondis en mi primer viaje a tu ciudad, los intercambios escolares con Nico y Andrea, los campeonatos de Mah Jong, la gran Elsa y Fred, los besos que me da Gaucho cada vez que me ve y el aroma increíble de los nardos que siempre están presentes en esta casa.
Por eso, cuando tu alma comience a abrir la puerta para escapar sin decirte a dónde, llamala y recordale lo linda que se ve cuando es feliz.
Y si acaso nada de todo esto sirviera, te dejo esta canción como último recurso para sonreir.

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