Seguramente muchos pensarán que el tributo que le hicieron ayer a Michael Jackson fué un negocio que dejó grandes ganancias y tal vez no se equivoquen pero prefiero quedarme con las sensaciones que me despertó esta despedida.
Mientras veía cantar a todos los que participaron en el final pensaba que para quienes creemos que lo verdaderamente importante en esta vida es dejar huella, ése era el mejor ejemplo de alguien que se fué dejando un legado único e incomparable.
Y también pensé que seguramente estaba escondido en algún rincón de ese escenario imponente sonriendo satisfecho al ver a tantos niños y artistas reunidos allí por él, cantando sus canciones y dejando una marca más en otra generación diferente a la suya.
Para mí, la música es la más sublime de las expresiones artísticas y creo que ayer quedó demostrado una vez más que puede unir al mundo entero sin distinción de raza o género.
Los que concibieron esto como un negocio quedarán contando billetes en la oscuridad mientras que los que lo sentimos y disfrutamos desde el alma sonreiremos a pleno sol.
4 comentarios:
En el deseo de la gente por despedirlo queda grabado el agradecimiento a un revolucionario. En el caso de Michael lo fué. Sin dudas.
Si, algo vi por internet. Siempre me gustó escuchar la canción We are the world cantada por varios artistas.
A mi me partió el corazón la hijita...
A mí me mató ver llorar al más chiquitito :(
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