He vivido equivocada

Hoy me desperté con la convicción de haber vivido gran parte de mi vida absolutamente equivocada.
Resulta que una mujer ecuatoriana de veintiocho años de edad ha decidido subastar su virginidad para solventar los gastos de sus estudios y poder ayudar a su madre que padece de Alzheimer.
La subasta tiene ciertas condiciones para los oferentes.
Como primera medida ella se compromete a presentar un certificado donde conste que su himen está intacto, que no padece enfermedad alguna y pretende lo mismo de la otra parte.
El encuentro debe ser por una sola noche, no tienen que existir los besos ni las caricias y ella irá acompañada al encuentro por su cuñado, quien teóricamente se quedará afuera de la habitación (o sea que aparentemente el ñato sería algo así como su proxeneta pero familiar).
La cosa es que la subasta arrancó con una base de veinte mil euros y ya aparecieron dos personas que llegaron a ofertar algo más de dos millones cuatrocientos mil euros, lo que también equivale a decir tres millones de dólares o poco menos de doce millones de pesos argentos.
Mientras analizaba estas cuestiones pensaba que es muy loable de su parte querer ayudar a su madre pero me suena a que hay algo más, sobre todo si se ve lo contenta que ha posado para las fotos.
Desde que apareció la noticia no para de dar notas a cuanto medio existe en España y en el resto del mundo.
Según ella hay que ver cómo viene el encuentro porque si el señor que paga le cae en gracia capaz que existe la yapa de una noche más.
Ahora, y pensando moooyyyy mal, el cuñado se va a quedar afuera así como así? no me digan que no se lo imaginan apoyando la oreja en la puerta de la habitación del hotel o espiando por la cerradura!
Y por último... si esto llega a oídos de Demi Moore creo que se suicida de manera instantánea porque por una noche se llevó nada más que un millón de dólares siendo quince veces más linda que doña Evelyn!
En fin, no hay nada que hacer... hay personas que vienen a este mundo con el don de olfatear cuál es el nicho de mercado que está vacío y arremeten contra él llenándose de dinero.